
Camino a Jibacoa, en Santa Cruz del Norte, están los Jardines de Hersey, un lugar espectacular por su naturaleza y prestancia, escogido para dar la bienvenida a las y los participantes del XVIII Taller Regional de Intercambio de Experiencias de la región occidental, realizado del 30 de mayo al 2 de junio del 2017 en la base de campismo Los Cocos, en la provincia Mayabeque.
En esta ocasión estuvimos acompañados/as por la vicepresidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular y representantes de las instituciones culturales del territorio de Santa Cruz del Norte, del Centro Provincial de Casas de Cultura y la Dirección Provincial de Patrimonio de Mayabeque.
Las experiencias comunitarias participantes fueron convocadas por el Centro de Intercambio Iniciativas Comunitarias (Cieric), la Oficina de Cultura Comunitaria de la UNEAC y el Consejo Nacional de Casas de Cultura que en esta XVIII Edición, propiciaron el diálogo acerca de la contribución que realizan al proceso de actualización del modelo económico y social en Cuba, enfatizando en cómo lo están haciendo, de qué manera sus prácticas han logrado apropiarse de las posibilidades que brinda el contexto para compartir saberes y servicios como el reuso y reciclaje de las materias primas y así, contribuir al cuidado y conservación del medio ambiente, a reafirmar valores en las poblaciones beneficiarias de sus proyectos y cómo lograr una realidad cubana sostenible.
Los proyectos son un motor impulsor de los procesos transformadores desde la Cultura, ayudan a levantar la autoestima de las personas y desarrollan formas cooperadas, otras dinámicas que crean referentes en el ámbito cultural actual. Nos animamos a continuar uniéndonos en espacios formativos como este, para que el ser humano sea más pleno y propositivo.
Por eso, hubo un momento para estimular a las experiencias finalistas que se centraron en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Artemisa y Mayabeque, aunque esta vez, el municipio especial no se quedó fuera en la participación. La Granjita salió feliz, los zumbidos quedaron atrapados en los sueños del barrio que se mueve en un jardín con alas de corazón, que el primero de octubre, en la finca Victoria divisó a un joven mar lleno de corazoneros y keracom. El equipo técnico tuvo que realizar una ardua labor de selección pues en la región, acudieron 46 experiencias inicialmente, luego quedaron 36 y como Finalistas 10. Fue diversa como nunca antes, participaron experiencias de extensión universitaria y de Universidades de Mayabeque, Matanzas y La Habana, demostrando que hay muchos cubanos/as realizando proyectos por toda la Isla.
El ejercicio metodológico compartido significó un desafío para los presentes, pues nos demostró que hay que continuar aprendiendo y desaprendiendo de nuestros patrones culturales y profundizar en las temáticas de género, sexo, igualdad y equidad en nuestras prácticas. Para reflexionar a través del lenguaje visual, tuvimos el privilegio de contar con el documental del proyecto Palomas, "Mujeres, los poderes vitales del éxito", especial regalo que dio paso a modelos menos estandarizados de las emprendedoras, con alto grado de responsabilidad social que buscan el bienestar y la felicidad, brindando servicios necesarios para ellas y para la sociedad, redistribuyéndolos con equidad.